Parar de golpe o sentarse es lo peor que podemos hacer, realmente puede ser peligroso hacerlo de esa manera.
Si paras de correr de golpe, tus músculos se detienen pero el corazón no vuelve a la normalidad con tanta rapidez. Por contra, continúa bombeando sangre a alta velocidad que se concentra en las piernas, lo que provoca escasez de sangre en otras partes de tu cuerpo, como por ejemplo en el cerebro. Esta es la razón por la que algunas personas se marean tras correr de manera prolongada.
Al igual que el calentamiento, bajar pulsaciones es una parte esencial a la hora de correr. Si bien tu cuerpo te pedirá un descanso en el sofá después de ir a correr, más tarde te agradecerá una relajación adecuada, ya que ayuda a reducir el agarrotamiento y el dolor muscular.
Para bajar pulsaciones es necesario correr al trote o andar de forma relajada entre cinco y diez minutos al final de cada carrera o sesión de entrenamiento. Básicamente, a mayor esfuerzo durante la carrera, mayor necesidad tendrá el cuerpo de bajar pulsaciones. Existen varias buenas razones para bajar las pulsaciones al final de cada rutina de entrenamiento.
La razón más importante para relajarse es que una carrera suave permite bajar las pulsaciones del corazón de manera gradual hasta alcanzar el estado de reposo.
Bajar las pulsaciones también evitará la tendencia de los músculos a cargarse tras el ejercicio. En muchos casos reducirá el dolor muscular después de correr, lo que se conoce formalmente como dolor muscular de aparición tardía (DOMS, por sus siglas en inglés).
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